Velero interestelar

Esqueria

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Imagina una vela del grosor de una bolsa de plástico; o más bien de una cuarta parte. Imagina que no usa el viento para impulsar la nave, sino el impacto de los fotones de la luz solar (o de cualquier otra radiación electromagnética).

Esto son las velas solares. En efecto, pese a la nula masa de los fotones, la radiación electromagnética tiene un momento que hace que, si choca con un cuerpo, se cree una presión consecuencia de la conservación de la cantidad de movimiento (más o menos la manera en que han funcionado siempre las velas cuadras en vientos portantes). En The Planetary Society lo explican así de sencillo:

Los fotones tienen energía y momento > Los fotones se reflejan en la vela, transfiriendo momento Los fotones tienen energía y momento > Los fotones se reflejan en la vela, transfiriendo momento

Moverse así solo es posible en el espacio, sin resistencia friccional (ya no digamos de formación de olas). Se consiguen aceleraciones muy pequeñas…

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Tan nuestro y tan olvidado

Disparando a Dar #DaD

Si en Valencia hay un deporte que debería de gozar de un gran número de adeptos y que, sin embargo, no está todo lo extendido que debiera, es la vela. A orillas del Mediterráneo, nuestra tierra goza de unas condiciones envidiables que llevaron a la ciudad a acoger, en dos ocasiones consecutivas, la America’s Cup, la competición de vela más importante del mundo.

La siguiente columna fue publicada en El Desmarque Valencia el pasado 21 de marzo de 2015 y, a buen seguro, que a más de uno le abrió los ojos de las infinitas posibilidades que le brinda Valencia y su mar Mediterráneo.

TAN NUESTRO Y TAN OLVIDADO

En buena parte de España la primavera llega cuando la campaña de publicidad de algunos centros comerciales comienza a emitirse por televisión. En Valencia, por el contrario, llega irrefutablemente el día después de la Cremà. Ya con las Fallas en el…

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Valencia Boat Show

Hace días cerró las puertas en la Marina Juan Carlos I una nueva edición del Valencia Boat Show, que dicho sea de paso, cumplió las expectativas, si bien no las supero con creces, como en ediciones anteriores, no dejó de cumplir todas las propuestas y objetivos encomendados. Una más que correcta organización, buena participación de expositores, con ofertas muy atractivas, y diversidad de las mismas; la afluencia extraordinaria y además acompañó el tiempo y eso en un evento de estas características es importantísimo.

Dicho esto, observamos que el evento se consolida, a pesar de que seguimos echando de menos la presencia o más bien la apuesta decidida en esta cita de los fabricantes españoles. Es cierto que no pasan por un buen momento, momento que se está haciendo demasiado largo.

Con la oferta en el mercado de ocasión de embarcaciones en buen estado y a precios por debajo de la realidad, unido al injusto trato fiscal de este sector, se hace muy difícil vender embarcaciones nuevas, especialmente por encima de 8 mts. de eslora.

Recordemos que además del IVA (21%) tenemos el impuesto de matriculación (12%) que solo existe en nuestros días en España, dentro de la Comunidad Europea.

A pesar de todo y especialmente por el esfuerzo de sus organizadores manteniendo entrada libre y tasas de participación muy bajas y la incondicional adhesión de las empresas valencianas, el resultado comercial y económico mereció la pena y podemos calificarlo de éxito.

No quiero cerrar este recorrido por el Valencia Boat Show sin comentar, a titulo personal, el bulo que recorrió durante todo el evento por casi todos los corrillos de los stands, haciendo referencia al fin de mi trayectoria profesional, a pesar de presentarme en el evento quizás con una de las mejores exposiciones de todas mis participaciones.

No creía que fuera necesario tener que aclarar este bulo pero visto lo ocurrido quiero dejar claro que Miguel Navarro no se ha jubilado y que mi despacho, en el RCNV y yo mismo, estamos a vuestra disposición, como siempre.

Supongo que el día que llegue, algunos se justificaran con el «ya e lo dije» pero esto no será más que autojustificaciones de mentes mediocres que en estos momentos por candidez o malicia solo tienen posibilidades con estos gestos.

Existe una realidad y es que se presenta o más bien ya tenemos una nueva temporada que apunta preciosa.

! Salid de pesca, de regata o simplemente a navegar ¡ que es lo que interesa

Y tened cuidado ahí fuera

Mas vale tarde que nunca

Mañana se inaugurará una nueva edición del Salón Náutico de Barcelona, una edición que a pesar de que las partes interesadas, aun bien intencionadas, la auguran como una edición de la recuperación (no se donde habrán escuchado esta expresión), viene precedida por salones europeos que hemos vivido este mes de septiembre. Especialmente en Francia, donde el éxito de estos eventos han sido los grandes yates y compradores de origen chino, árabe, ruso, etc. Es decir lejos de nuestra unión europea y una gran ausencia del segmento medio, donde se asienta la industria y el comercio del sector náutico, si es que todavía tenemos la ilusión de que este deporte se convierta en popular.

El pasado viernes 10 de octubre el Consejo de Ministros (del Gobierno Central, claro) aprobó la nueva Ley que se publicará en breve en el B.O.E., que modifica y regula especialmente las atribuciones de los títulos náuticos, casualmente en vísperas de la inauguración del evento catalán, Ley que estamos esperando más de un año y que tras su anuncio no ha hecho sino perjudicar por las expectativas que creó sobre su inmediatez; pero ahora y a pesar de su precipitación, bienvenida sea cualquier ampliación de atribuciones que beneficie la venta de embarcaciones. Porque a fe que la ley que me parece un montón de remiendos muy chapuceros y poco parecido con las normativas de nuestro entorno. Seguramente en la Dirección General de la Marina, no han oído hablar nunca del “borrón y cuenta nueva” porque cuando arrastras una suma errónea acaba poniéndose de manifestó el error y no se cuadran las cuentas.

Por lo que os deseo mucha suerte y tened cuidado ahí fuera.

FIN DE VACACIONES

Se han terminado las vacaciones para muchos, quizás algunos estén apurando los últimos días y a lo peor algunos no han empezado ni las empezarán.

Un amigo colega, hace unos días publicó en su muro de Facebook una foto muy sugerente, es posible que dirigida a aquellos que sufren la famosa ‘depresión post-vacacional’, por cierto que hace años no existía y mucho me equivoco o no volverá a existir, la frase decía algo así como “se acaba agosto…. y empieza septiembre, que seáis muy felices” y todo ello con una foto en la que lucía un ‘Gin Tonic’ en su mano y perfectamente servido.

Son días de inventario de singladuras, millas recorridas, fondeos en las calas, las siempre caras pernoctaciones en los puertos de baleares, las tormentas de verano superadas, etc.

Los que en agosto hemos tenido que quedarnos y hemos sido muchos, demasiados; asistimos asombrados no se qué día de no sé cual telediario a una acción de la guardia civil del mar, que en un principio podría haber sido un ejercicio de entrenamiento o simulacro a no ser porque el objetivo de esta persecución y digo persecución porque no se me ocurre otra manera de calificarla, era de carne y hueso, tiene nombre y apellidos y es un jubilado de Valencia.

La noticia e imagen consistía en como una patrullera de este benemérito cuerpo, da el alto a una pequeña embarcación con este patrón al mando y una tripulación de 2 o 3 sobrinos, manejando un par de cañas de pescar a los que el propietario trataba de enseñarles su manejo. Cuál no sería su asombro al ver que se dirigen a la embarcación e interrumpiendo su diversión, la patrullera, con cámara a bordo para dejar constancia de su eficacia contra los infractores de la Ley o presuntos delincuentes, se acercan y le solicitan toda clase de documentación, documentación que es entregada en el acto y en toda regla, pero la cosa no acaba ahí a continuación y bajo la atenta mirada de una autoridad (no puedo precisar la graduación pero presumo que con despacho en Madrid) que no pierde detalle de la ‘acción’ le solicitan el equipo de bengalas reglamentarias y sorpresa, están caducadas de hace 9 días “ya te hemos pillado”.

El patrón manifiesta haberlas comprado y que las ha olvidado en el coche que está aparcado en el Club Náutico, puede ir a por ellas y presentarlas de inmediato, a lo que la autoridad responde que la obligación es llevarlas a bordo y en plena noticia en televisión en la cadena nacional que la dio, indica que esta infracción puede suponer una sanción de hasta 3.000€.

No voy a opinar al respecto que cada uno saque sus propias conclusiones.

Otro día entraré por si alguien no se ha enterado de la nueva ocurrencia del Gobierno Valenciano, respecto de las licencias de pesca deportiva sobre embarcación. Seguro que la mayoría terminaremos siendo delincuentes, ni siquiera presuntos.

Como dice mi amigo, empieza septiembre no penséis en todo eso y sed felices y sobre todo salir al mar todo lo que podáis mientras os dejen

Y tened cuidado ahí fuera………………………

SORPRENDENTE

Que ahora que hemos salido de la crisis, según gobernantes y algunas organizaciones empresariales, no aumente la venta de embarcaciones, en consecuencia las matriculaciones en unas cifras racionales, en lugar de hacer piruetas y encajes de bolillos con, no se qué cifras oficiales, para enmascarar la venta de un puñado de neumáticas y tres barcos, estadísticas cocinadas para marear.

Personalmente es conocido que mi actividad en el sector se centra principalmente en la Comunidad Valenciana y su entorno del interior que navega en estas costas y puedo garantizarles nada de eso en esta zona se ha cumplido.

Ante un tímido repunte de la venta de embarcaciones de segunda mano, muy viejas y de bajo costo (embarcaciones de más de 25 años), la Administración ha aumentado algunas tasas portuarias más del 100%, las transmisiones patrimoniales tres cuartos de lo mismo, no hablemos porque cansa, de las revisiones técnicas de buques y, por si faltaba algo, el embrollo que han liado con los títulos náuticos, con clientes esperando la Ley para decidir la compra según se autorice en cuanto a medidas de eslora y distancia de millas a la costa, clientes interesados en matricularse a cursos que no existen, a las Asociaciones de Náuticas descalificando la Ley que no aparece y un Director General de la Marina Mercante, que supongo que la plaza no está bacante, sin decir esta boca es mía.

Señor director: si no tiene decidido publicar la ley como mejor está es calladito y si no sabe de que va este deporte márchese o pida que trasladen, la competencia al respecto, a la Dirección General de Deportes que a lo mejor algo más sabrá. Usted se quita un problema de encima y a nosotros ni le cuento.

Lo grotesco es que algunos que nos dedicamos a esto aplaudan con las orejas, supongo que por algo será.

No hagáis mucho caso de esto porque sino nos quitarán las ganas osea que navegar todo lo que podais y tener cuidado ahí fuera.